Usted está participando en una licitación para un contrato gubernamental de gran envergadura en un ambiente altamente competitivo. Su empresa necesita desesperadamente hacerse a este contrato para así alcanzar su objetivo de ingresos del año. Perder el trato probablemente también resultaría en una remuneración individual menor. Por miedo a tales impactos, su ejecutivo de ventas se dirige a un miembro sénior del comité de adquisiciones, ofreciéndole una gran suma de dinero para así asegurar la contratación para su empresa.
Una política empresarial clara, visible y asequible para prohibir todas las formas de soborno tiene que ser la fundación de un programa anticorrupción. Una tal política tiene que estar basada en el entendimiento del perfil de riesgo en particular al que se ve abocada una empresa.
Adicionalmente, algunas salvaguardas prácticas para mitigar el riesgo de transacciones financieras usadas de forma malintencionada para conceder sobornos incluyen:
Un cliente exige una “cuota de cierre” a último minuto para cerrar un trato el cual es demasiado tarde para perderlo [RESIST, Escenario 6]
Un proveedor ofrece un soborno a un manager de contratos para hacer la vista gorda “por si acaso” o por bienes o servicios inferiores [RESIST, Escenario 20]
Un representante de clientes exige una cuota que no había sido acordada con anterioridad como condición para hacer un ajuste al contrato [RESIST, Escenario 21]