Maratón de Integridad 2020: La transparencia y el compliance no son negociables

Un maratón cubre la distancia oficial de 42,195 kilómetros. Algunos ultramaratones tienen incluso la longitud doble o triple. El primer maratón de integridad en la historia de Alliance for Integrity va más allá de estos estándares. Comenzando en Asia, con escalas en Europa y África, y cruzando la línea de meta en Latinoamérica, hemos completado un total de 16.835 kilómetros, reuniendo a más de 1.000 participantes de 34 países. En siete sesiones interactivas, expertas y expertos de los sectores público y privado, así como de la sociedad civil, debatieron cuestiones pertinentes sobre el tema de los desafíos de integridad para las compras privadas en tiempos de crisis.
El tema ganó prominencia recientemente en el discurso público, ya que los departamentos de adquisiciones tienen la abrumadora tarea de tomar decisiones de compra en condiciones sin precedentes. En situaciones normales, las empresas y los gobiernos han definido procesos diseñados para promover una competencia justa y abierta para sus negocios, minimizando riesgos como la exposición al fraude y la colusión. Sin embargo, la imprevisibilidad, la urgencia, la amenaza para la salud y la necesidad de nuevos suministros durante esta crisis aumentaron los riesgos de corrupción e incumplimiento. Durante un lapso de casi 24 horas, las y los panelistas de cada sesión se pasaron la estafeta y llevaron la conversación sobre los conocimientos prácticos y técnicos para hacer frente a situaciones de este tipo en todo el mundo.

Los diálogos virtuales destacaron una serie de desafíos que las regiones enfrentan actualmente en relación con el entorno empresarial cambiante y la situación laboral, debido a las regulaciones de Covid-19. Estos desafíos incluyen una disminución en la transparencia que aumenta con las personas que trabajan desde casa. Otro punto importante que se señaló fue la presión que se ejerce sobre las empresas más pequeñas en la cadena de suministro en un mercado que cambia rápidamente, lo que podría resultar en que el compliance se considere una carga, en lugar de una herramienta para el crecimiento sostenible.

Para abordar estos nuevos desafíos, las y los panelistas compartieron una selección de mejores prácticas, como la importancia de involucrar a los departamentos de compliance en el proceso de compras lo antes posible. Además, enfatizaron la necesidad de utilizar las herramientas digitales disponibles para completar los procesos de debida diligencia y aprobación de manera eficiente. Un aspecto común de muchas de las experiencias mencionadas fue la relevancia de la acción colectiva y la cooperación entre todos los actores involucrados en el proceso de compras. Una buena forma de garantizar este aspecto es que las empresas establezcan un comité directivo formado por representantes de todas las partes interesadas. También es importante apoyar a las empresas más pequeñas y enfocarse en fortalecer las alianzas para desarrollar procesos de compras de emergencia para estar mejor preparados para crisis futuras. El mensaje clave en todas las discusiones fue que el compliance y la transparencia no son negociables, especialmente en tiempos de crisis.

Se descubrió que una de las herramientas más importantes para combatir la corrupción y fomentar la integridad es la transparencia: al informar y educar al público, se obliga a los gobiernos y a las empresas a rendir cuentas. Tener procesos holísticos de diligencia debida, que siempre se basen en el principio de los cuatro ojos y que incluyan no solo la lucha contra la corrupción, sino también los derechos humanos, el fraude, las partes relacionadas y el análisis financiero fue una recomendación clave compartida por las y los panelistas. En tiempos de crisis, los procesos de debida diligencia deben ser más fáciles y ágiles.

Otra importante lección aprendida que compartieron las y los panelistas en todo el mundo fue que conocer los riesgos potenciales es fundamental para empezar este proceso de mayor integridad. Para poder hacer esto, la evaluación y el análisis de riesgos deben ser una prioridad para las empresas. Para implementar medidas de seguimiento, los empleados deben estar lo suficientemente capacitados para reconocer los riesgos y poder enfrentarlos en consecuencia. Las y los panelistas también coincidieron en el punto de que el compliance y la integridad no solo deben ser aplicados por las propias empresas, sino que deben mantenerse en toda la cadena de suministro y en el sistema económico en general. La cooperación, la colaboración y el intercambio de información dentro y entre empresas son factores clave en la lucha contra la corrupción.

Uno de los participantes de México expresó: “Creo que el valor multiplicador de estos eventos es muy importante para que los mensajes de la “vida real” lleguen y convenzan a otros de que hacer negocios de manera correcta y ética es totalmente posible”. El panel de discusión de Brasil llamó más la atención sobre el hecho de que la lucha contra la corrupción debe verse en el contexto más amplio de otros temas relacionados, como los derechos humanos, mientras que los oradores de Ghana y Nigeria señalaron que es importante empoderar a las personas, denunciar la corrupción y crear una cultura que permita cometer errores y aprender de ellos.

El Maratón de Integridad fue bien recibido en todo el mundo, y un participante de Argentina describió los diálogos virtuales como “una clase magistral sobre compliance y realidad”. Los participantes de Indonesia estuvieron de acuerdo en que los temas discutidos eran extremadamente relevantes para sus actividades diarias y que la información era clara y útil para ellos. El maratón logró reunir a expertos de todo el mundo, lo que les permitió compartir sus conocimientos, no solo con sus pares, sino con audiencias de 34 países. Por lo tanto, demostró que la unidad, el apoyo y la cooperación están en el centro de la lucha mundial contra la corrupción, ahora más que nunca. Las conclusiones clave de las discusiones se pueden descargar aquí.

Autora: Miriam Trinker