Alliance for Integrity es parte de la Cumbre de Líderes del Pacto Mundial de las Naciones Unidas 2020

A mediados de junio, se celebró por vigésima vez la Cumbre de Líderes del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Debido a la actual pandemia de Covid-19, la reunión se celebró en línea por primera vez en su larga historia. El formato virtual permitió que un número ilimitado de stakeholders de todo el mundo asistiera al evento. En todas las zonas horarias, destacados expertos de los sectores público y privado, de la sociedad civil y del mundo académico estaban debatiendo cómo reconstruir economías y sociedades más inclusivas después de la crisis. El objetivo era establecer un nuevo rumbo para un mundo socialmente justo y resistente al clima en el que nadie se quede atrás. Entre los altos invitados se encontraban Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, y Angela Merkel, Canciller de la República Federal de Alemania.

Parte del evento fue una sesión de apertura titulada "Post COVID-19: Derechos Humanos y Anticorrupción", iniciada por la Red Colombiana del Pacto Mundial. Susanne Friedrich, Directora de la Alliance for Integrity, compartió el panel con representantes de Telefónica - Movistar y el Grupo Vanti, dos empresas de apoyo de la Alliance for Integrity, y la Asociación Peruana de Instituciones Económicas Privadas (CONFIEP).

El estrecho vínculo entre la lucha contra la corrupción y los derechos humanos se ha abordado desde varias perspectivas. La corrupción se considera una barrera sistemática para la protección de los derechos humanos, garantizada por las convenciones mundiales y regionales, así como por las constituciones y leyes nacionales.

En general, la corrupción tiene un impacto negativo en la observancia de los derechos humanos en tres aspectos: a) reduce sistemáticamente los recursos del Estado destinados a cubrir las necesidades básicas, b) perjudica el respeto de los derechos humanos en el estado de derecho de diversas maneras y, por ejemplo, impide que las personas se incluyan en los mecanismos de presentación de denuncias o tengan acceso a ellos, y c) da lugar a episodios individuales que violan activamente incluso los derechos humanos más centrales, como la ruptura de la presa de Brumadinho en Brasil el año pasado.

Recientemente, cada vez más empresas se han dado cuenta de la importancia de ambos conceptos y sus interrelaciones. Los muchos años de experiencia de la Alliance for Integrity en la aplicación de sistemas de gestión del cumplimiento pueden ser muy valiosos para observar la debida diligencia en materia de derechos humanos. Especialmente en las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), donde los recursos financieros y humanos son limitados, pero también en las grandes empresas, se pueden utilizar los efectos de sinergia para un enfoque sólido y uniforme de la prevención de las violaciones de los derechos humanos, los daños ambientales y la corrupción.

Autora: Elena Rittger